martes, febrero 27, 2007

Vanguardias del periodismo

El periodismo es sinónimo de la información. Es el intermediario que masca un hecho y lo acerca a la boca de sus polluelos, el resto de la sociedad. Éstos la toman (o no) y la digieren y la adpatan su libre pensar. En la mal llamada sociedad de la información, por mejor decir, sociedad de la comunicación, el periodismo está en crisis.
La verdad y la información han quedado en segundo plano en favor de lo verosímil y de la publicidad. Esto es lo que vende, esto da morbo, crea polémica. La mentira convive con la verdad mezclándose en un cuadro poco real y creíble. El periodismo se ha estancado en esta nueva sociedad relativista sin encontrar su sitio porque los medios de comunicación son empresas al servicio del mercado. La autocensura se convierte en la peor censura. Pero el periodismo está por encima de todo eso, se trata de relatar aquí y ahora la aventura del vuelo de una hoja desde que se desprende de una rama hasta que llega al suelo.

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar la tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo"

sábado, febrero 24, 2007

Lluvia de elecciones

Hay tres cosas en esta vida que no vuelven, la flecha lanzada, la palabra dicha y la oportunidad perdida. Cómo devolver un te quiero, cómo impedir el daño de una flecha al centro del estómago, allí donde la carne es más débil. Las oportunidades son almas viajeras de nuestro subconsciente, en algún momento dos almas interaccionan y surge la oportunidad, si no se aprovecha nunca más la recuperarás. Vendrán otras, pero aquella se habrá perdido en ese profundo océano de lo que pudo ser y nuncá será, en esa idea de que tenemos la batalla perdida con el tiempo porque sólo importa en la vida este instante; y ya ha pasado.
Cómo podré levantarme cada mañana sin sentir vergüenza efímera de mi ser, cómo puedo dejar de escribir las dudas que me oprimen, las preguntas sn respuestas, los sueños rotos en algún desván de mi corazón. Cómo no dudar de la propia vida, del significado de cada partícula del universo. ¿Porqué estamos aquí? ¿Lo elegí? ¿Es que nadie va a despertarme de esta pesadilla? Ahora entiendo a los locos, inmejorable refugio de la irresponsabilidad, y del tonto, feliz ignorancia del que voluntariamente se pone unas orejeras para ver sólo lo que tiene delante y no desviarse del recto camino. Pero no existen los caminos rectos, ni existen caminos ni atajos ni rutas, sendas, vericuetos. Nada existe. Todo es nada, nada es todo.
Aunque no hay mal que cien años dure, la flecha lanzada, la palabra dicha y la oportunidad perdida forjan en nosotros un molde frágil a golpe de martillo pilón. Me asomé a la ventana pensando que sería un triste amanecer, pero un amanecer. Me equivoqué. Era la hora más oscura de la noche, cuando el grillo no canta ya, el buho se retira y el silencio es el abrigo de la soledad. No es lo que piense, es lo que siento: No hay futuro, sólo muerte

martes, febrero 13, 2007

La gran final

Hoy es la gran final
Me levanto a las 10 de la mañana, me ducho, desayuno para amanecer al nuevo día en las mesitas de la segunda planta, el lugar de concentración. Llevaba los apuntes de producción.
Me pongo a repasar sin entusiasmo. Pásalo bien en Palma y tú que tengas suerte. Pronto te veo. No consigo concentrarme para fijar los contenidos con laca proexamínica y un buen soldador de puntos comunes para darle una estructura consistente. Tarea esencial pero del infierno antes de un acontecimiento tan importante.
Voy a comer con mi pequeña, ahí están los raitanitos (los de 4º), su final es mañana, que tengan suerte y se tomen unas birras de mi parte. Las empanadillas están buenas, el crepe de jamón y queso parece una croqueta gigante pero las natillas de chocolate están buenas. Subo de nuevo a la segunda planta. Allí me reúno con el capitán Nadal y el mister Tony para ultimar los detalles del juego. Van a caer las audiencias, o la financiación, o etapas del ciberperiodismo. Las apuntamos en una hoja y así las repasamos.
Las 4 menos cuarto, allí está el Maligno, no confundir con Pepiño Blanco, su rapado capilar ha sido sustituido por una capa negra en la parte de atrás de su cabeza como musgo en una roca del campo. Bromas y juegos nerviosos de esos malos antes de la prueba. Quedan cinco minutos, salgo a calentar, tres folios, una pregunta. La publicidad en el modelo de negocio del ciberperiodismo. Comienza el partido.
A la hora de juego la gente empieza pedir más papel y los primeros se levantan y se van. Levanto la cabeza para descansar, la clase, antes repleta está ahora a media entrada. El Maligno escucha a la Banda Sonora del Señor de los Anillos (sin duda alguna) en su mp3. ¿Hay límite de papel? le pregunto. Se quita un auricular y me asevera malginamente que no. Cojo un cuarto folio para seguir escribiendo, en 20 minutos todo habrá terminado, me recuesto en el respaldo de la silla, saboreando el momento. Aún me queda la generación de los blogs. ADWORDS y ADSENSE, sutil diferencia entre programa y aplicación.
Id entregando el examen, quedan tres personas en clase. Me levanto, firmo el examen y lo dedico como siempre, unos jóvenes infantes de marina que me hicieron soñar una noche eterna en Cartagena me lo agradecerán. Bueno....un placer, le digo al sonriente David Parra, aleas el Maligno, para mí también, le doy mis hojas y mientras salgo por la puerta creo escuchar dos pitidos de silbato.
El árbitro pitaba el ecuador de la carrera

sábado, febrero 10, 2007

Lluvia de estrellas

Uno sueña un mundo a través de la ventana. Uno vive su vida a través de un gran teatro de cristal, la televisión. Uno camina soñando que mañana será mejor. El tiempo malpasa y malpaga al que no sabe jugar sus cartas.
Es en esos instantes entre lo posible y lo que es, lo que pudo ser con tan sólo un gesto, una mirada, un no de voz autoritaria, como si pudieramos decidir sobre nuestra propia vida, sobre nuestro propio existir. En esos instantes es de noche pero el sol ya salió, hay sueño vigilioso al amparo de otro teatro de cristal, el ordenador personal, refugiado en el rincón de la poesía donde el tiempo no ha de pasar.
La pluma escribiría los mas bonitos versos a la aurora que está por salir porque ayer se la vio y antes de ayer y antes de antes de ayer, no se perdió ni un rocío ni una helada en toda la historia que el abuelo mundo puede recordar. Escrie signos vedados para la mayoría del universo, pero ningún codigo hay que no pueda ser descifrado, ni tan siquiera el de estas palabras que son lágrimas de sal y arena en la noche más bella.
Que salga el sol por la ventana, que la persiana de mi alcoba sanguínea está plegada a los deseos de un necio caminar pero sincero. No busquéis todo está perdido. No te creas perdido en tu búsqueda, en el camino está la felicidad.

domingo, febrero 04, 2007

Globalizar la globalización

La población europea suponía el 21% de la población mundial cuando se firmaba el Tratado de Roma hace 50 años. Hoy representa el 11% y a mediados de este siglo bajará hasta el 7%. Cuando en la próxima cumbre del G8, la presidenta de turno Angela Merkel, invite a China, India, Brasil, México y Sudáfrica tendrá sentido hablar de una reunión con los países más poderosos del mundo.
Al menos en cuanto poder político. La hegemonía mundial es aún de Estados Unidos. Es el país que gasta más en Defensa, su ejército es el único que puede actuar en cualquier zona del mundo y su tecnología civil, militar y espacial la más avanzada. Pero la globalización requiere un nuevo sistema mundial, un cambio fundamental en la ecuación de poder donde los flujos financieros, políticos y de información no sean unidireccionales. En este sentido, los siete países más poderosos del mundo y Rusia tratan de incorporar a los principales países en desarrollo a las reglas del juego occidentales: con una economía capitalista y una democracia representativa que favorezca al estamento económico. Esta es la primera conclusión del Foro Económico Mundial que se celebra anualmente en Davos, Suiza.
No parece que se haya avanzado en otros aspectos fundamentales como el hambre, las enfermedades, la falta de atención sanitaria o el déficit educativo de gran parte de la población mundial. La globalización es, ante todo, un fenómeno económico a pesar de que el fundador y presidente del Foro Klaus Schwab y la propia Merkel quiera recuperar la armonía con las otras formas de globalización –cultural, política y moral-. La lucha por los recursos naturales y fuentes de energía son la prioridad de las multinacionales. Su instrumento legítimo es el gobierno del país al que pertenecen. Treinta y siete mil de las cuarenta y cinco mil grandes empresas del mundo están en Europa, Estados Unidos y Japón. Estas empresas son más poderosas que la mayoría de Estados pequeños y de los pobres. Las fortunas de las tres personas más ricas del globo equivalen al PIB de los 48 países más pobres. ¿Es preferible ser el presidente de Telefónica o de Zimbabwe?
China e India son la vanguardia de los países que intentan hacerse hueco en la escena internacional. Han demostrado haberse adaptado a las reglas del juego capitalista, pero aún no se sabe qué pueden aportar cuando tengan un poder real de decisión. China controla el 15% de la producción mundial, pero dispone tan sólo de un 2,9% de voto en el FMI, mientras que Bélgica con tan sólo el 1% de la producción, tiene derecho al 2,1% del voto.
De momento y ya que se empeñan en la globalización económica, 26 países han reactivado el diálogo para liberalizar el comercio internacional en el Foro de Davos. El tema más controvertido es el agrícola. En los años 90, el FMI y el BM persuadieron a los países más pobres para que abandonaran sus políticas proteccionistas y sociales a favor de las políticas neoliberales y el desarrollo de las iniciativas privadas. Mientras los adalides del capitalismo neoliberal, EEUU y la UE seguían subvencionando a sus agricultores, hasta el punto de vender sus productos por debajo de coste. Así ocurrió en Haití, donde el BM obligó a quitar las subvenciones a los productores de café y ya no pudieron competir en el mercado internacional. El país caribeño se vio obligado a importar el café de EEUU, donde sigue protegido, y miles de personas se quedaron sin trabajo, en la miseria.Angela Merkel ha reconocido los cambios políticos que se avecinan. Globalizar la globalización es un primer paso necesario para una futura gobernabilidad colectiva que incluya a los países en desarrollo. Para ello tendrá que convencer a los países más ricos para que renuncien a un nivel de vida insolidario e insostenible. Cualquier paso en otra dirección puede terminar con la paciencia de cuatro mil millones de voces que tienen derecho a ser escuchadas.