lunes, agosto 20, 2007

Sentir nos hace humanos


nunca algo tan bonito me dijo tanto con su silencio, con cada gesto, con cada mirada..
necesario es, tan sólo; unos segundos contemplandote.. para contagiarme de ti,
respirar el mismo aire, sentir el mismo latido..
amarte.. emocion q nubla toda razón, consiguiendo hacer desaparecer el cuerpo, dejando libre
al corazón, imaginando el amor en mil lugares..y en cada uno de ellos estas tu..
Estos versos son de un buen amigo

martes, agosto 07, 2007

Educación, una cuestión de Estado


En la 2 echaban una película española. Todavía hay una cadena que, por lo general, aún piensa más en el público que en los suculentos beneficios de la publicidad. “León y Olvido” es la historia de un joven con síndrome de Dowm, y su hermana, que vive amargada por un hermano que no puede razonar, un novio que no la quiere, un trabajo que no le satisface y en definitiva, por la cartas que le ha repartido el azar para vivir.

León ha empezado a estudiar en un colegio para personas con su discapacidad. Allí, le da clase una profesora de unos treinta años, con vocación y humildad. Las clases son buenísimas. Dan lógica aristotélica, leen poemas, se ven forzados a hablar en público, aprenden derecho...Ya hubiera querido para mí clases con este espíritu abierto y que realmente crea cabezas pensantes y creativas y no productos de mercado.

¿En qué momento nos olvidamos de la educación? ¿Cuándo dejamos de creer en la formación y en la autoridad del conocimiento y del saber? En apenas treinta años hemos pasado de la dictadura del dogmatismo a la permisividad anómica. Un profesor de pensamiento político decía que el para la prueba de selectividad sólo pediría tres cosas: saber leer, saber escribir, saber hablar. No sé si se podría hacer un estudio sobre cuántos españoles son capaces de leer, escribir y hablar bien. A mi personalmente no me vendrían mal algunas (muchas) clases de más.

El déficit educativo en España, que nos mantiene tristemente a la cabeza de Europa en fracaso escolar, es una de las causas, por ejemplo, de la baja productividad que España arrastra desde épocas pretéritas. En ese sentido, los políticos tienen una enorme responsabilidad para enderezar esta situación y colocar entre su mayores prioridades la EDUCACIÓN con mayúsculas.

Los partidos políticos, y en especial, los dos partidos mayoritarios tendrían que aparcar sus diferencias y sentarse juntos para trazar un plan educativo a largo plazo, unas líneas maestras a seguir en los próximos años. Empezar a sumar y dejar de dividir.

Zapatero ha hecho su propia Ley de Educación, como ya hicieran Aznar y González en su momento. Cierto es que el clima de crispación política que el PP ha propiciado dificulta cualquier acuerdo, máxime con los voceros de la Iglesia, Los Federicos y los Vidales y el resto de la derecha mediática, que avivan las brasas del pasado para ver si consiguen prender fuego a la sociedad. Pero retrasar un pacto de Estado sólo perjudica a los niños y jóvenes españoles, las nuevas generaciones que algún día pagarán con su trabajo nuestra jubilación y harán que el país siga progresando.

Hay que reconocerle a la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía ser un paso importante para transmitir unos valores democráticos, de respeto a los demás y a los derechos humanos. Sin embrago, no debería caerse en el dogmatismo de las verdades absolutas, sino dotar a los niños y adolescentes de herramientas para cuando tengan que enfrentarse a la ferocidad del mundo.
El día que yo entré en elplural.com iba nervioso por enfrentarme a un nuevo reto en mi vida. Al coger el metro un padre discutía con su hijo de unos 25 años, trajeado con chaqueta y corbata, porque éste no quería ir a trabajar. El chaval estaba acojonado porque el mundo se lo quería engullir sin masticarlo. Era igual que en “León y Olvido”. Nadie les había enseñado a enfrentarse a sus propios miedos.