lunes, agosto 28, 2006

La vuelta al interior de uno mismo

En la vida de toda persona siempre hay momentos en los que necesita descansar. Entonces, bajo el amparo de la soledad y el hedor de la melancolia uno se mira de frente y ve lo que es.
El bien y el mal no existen, tan sólo personas que luchan por saber quienes son, por intentar acercarse en sus acciones a lo que son de corazón. Y cuando una persona realiza una acción acorde a sí misma, entonces es una buena acción. No se trata de bien o mal, se trata de ser uno mismo o no.
Contaminados como estamos de todos los prejuicios que nos rodean es difícil acertar. Siempre intentando contentar, siempre intentando hacer lo que uno debe hacer sin preguntarse que es lo que quiere hacer en realidad. "Hago esto por mis padres, por mis amigos, por que debo hacerlo" millones de frases justificando nuestros desplantes al alma que palpita dentro de nosotros. No grita con plabras, susurra en el corazón las verdades más grandes.
Pero no se confundan, no es individualismo de lo que hablo, es la mayor muestra de humanidad, la colectividad acorde con cada persona, un complejo mosaico de cientos de miles de colores y tonalidades. Cada vez que un hombre mata a su hermano, un color desaparece del cuadro y lo hace más gris, pequeño, débil. Porque el cuadro de la humanidad es el reflejo de su propia alma.