jueves, noviembre 23, 2006

Un día duro

Suena el we are the champions, son las ocho menos diez. La oscuridad se hace luz en un nuevo día. Pantalones, camiseta, abrigo. ¡No! Jersey, abrigo...si, ahora sí. Atentado en Líbano, se vuelve a liar. Y no era un cualquiera, uno de esos terroristas que por estar en el poder son defensores de la patria.

Hace frío. En el metro estallan los colores entre una catarata de legañas y algún cabezazo. El Metro, 20 Minutos, El País, un mp3 y algún llanero solitario. Se abren las puertas y comienza la carrera. El violinista de la esquina nos toca música de primera clase para hacernos sentir importantes, aunque no descartaría que quisiese ganar dinero. En las paredes la publicidad nos rodea, estamos atrapados en el ordenador personal y en el nuevo Sony Ericson que anuncian.

Línea 6, sardinas en lata. No hay culos que no entren, pero si entradas que no culos, latas que no entran, muchos culos y ninguna sardina. Todos sin poder movernos. Escaleras para subir, y ponte el abrigo, ¡no! el jersey y ahora el abrigo. Que frío, mira como van los que reparten publicidad y los periódicos gratruitos, tapados hasta los ojos, después de tantas horas ya no ven a quién le dan qué. Una bloque heterogéneo cruza la carretera, es una serpiente de colores reptando al compás de piernas moviéndose al unísono.

Día duro, mucho trabajo, ¿habrá viaje? Quiero irme a Cuba. Todo se andará. El día pasa, vuelvo al suburbano, hay menos sardinas en las mismas latas. Menos culos, pero todos sentados. Me duele un poco la cabeza, una ducha, me gustaría dormir y no despertar hasta dentro de mucho tiempo. Pero sigo en pie, mañana el despertdor volverá a sonar, será otra batalla, un nuevo día para la esperanza.

viernes, noviembre 10, 2006

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Cuando digo que no me gusta el liberalismo me llaman comunista, cuando digo que no me gusta el Estado me llaman anarquista.Cuando digo que me gusta Zapatero soy un reaccionario, cuando digo que creo en la democracia directa soy un trasnochado. Cuando digo revolución me llaman rojo, cuando digo patrotismo me llaman fascista. Si digo Palestina soy terrorista, si digo Israel soy nazi. Si digo blanco soy racista, si digo rosa maricón, si digo rojo amarillo y morado soy antiespañol y retrógado.

Cuando digo igualdad me llaman idealista, cuando digo pensamiento débil me llaman nihilista. Cuando digo fe me llaman dogmático, cuando digo Iglesia me llaman cura y si digo que la Iglesia somos todos me llaman hereje. Si digo la verdad soy un ingenuo, si hago lo que debo soy tonto. Si escucho a mi corazón y voy en pos de mis sueños soy un loco.

¿Alguien me deja ser yo mismo?