sábado, abril 22, 2006

Video en la red

Las imágenes en movimiento abre unas posiblidades a la información en internet. Atrapar la vida durante unos instantes, intentar llenar de contenido un pequeño recuadro antes de perderlo para siempre. El futuro está en las profundidades de Internet, más cerca de Neo que de Bill Gates, más cerca del infierno que del cielo. Yo tan sólo contribuyo con un uno por ciento del mil por cierto. Un afectuoso saludo a todos los lectores de este humilde blog en el inmenso océano de la red

jueves, abril 20, 2006

Los niños perdidos

20 de Abril, curiosa fecha inspioradora de canciones. El sol busca calentar los campos pero los aires del atlántico impiden de momento las escenas esperpénticas con poca ropa de por medio y mucha agua. El Capitán Morgan descansa en paz por fin, después de haber limpiado el sarro y revuleto el estómago de más de 50 personas durante 11 días. Las estrellas estás en su sitio y el signo del zodiaco no ha cambiado. Todo parece normal...
Pero un grupo de irreducibles adolescentes han sufrido una transformación y ya no son los mismos. Soñaron con la libertad y no quieren dejarla de lado con tanta facilidad. Soñaron un viaje en su vida y vivieron un viaje de ensueño. Creyeron que podían cruzar el mar y volaron sobre las nubes. Ahora les dicen que todo era mentira, que los sueños, sueños son, que la verdad no se escribe con la arena del desierto. Les cuentan que hay peor bebida que el Capitán, y mucho más barata. Los engañan para que vuelvan al redil, a la vida que prepararon y diseñaron en pastillas de gelocatil para ellos, sin tiempo para detenerse y pensar. Otros ya pensaron por ellos la forma de sacar el mayor provecho para sí mismos.
20 de Abril, pocos recuerdan cartas escritas algún decenio atrás. No salen en las noticias quienes luchan cada día por vivir. Sale berlusconi y alguién anónimo vomita sobre su foto. Los sueños viajan, se transforman, mudan. Nunca mueren

Cántico


Y ocurrió que quienes tenían voz para expresar la esperanza de los adormecidos rebuscaron entre las piedras para encontrar el vocablo preciso, la frase acertada, el redoble de conciencia.

Nuevos bardos recordaron que su oficio consistía en importunar con la solicitud de quien no se resigna a ser mendigo; en el tono bronco de quien sabe exigir lo que le corresponde.
Carlos Álvarez

jueves, abril 06, 2006

A la princesa de mis sueños

Parto esta noche con el ánimo alegre pero dejando atrás mi corazón. Casi un año sin separarnos es tiempo para que la costumbre deje lugar al vacio y en las tripas algo no esté bien: echas de menos a alguien. Y aunque me voy, una parte de mí se queda aquí, custodiando mi vida hasta mi regreso. Esa parte que se queda aquí es morena y tiene el pelo más largo que le que crece en mi cabeza. Es más bajita, pero su corazón gigante.

Así cuando vuelva y alguien me pregunte: ¿Qué tal la vuelta? Contestaré como María Zambrano cuando volvió del exilio: ¿Irme? Yo nunca me he ido.

Princesa, esta es mi verdad: Te quiero

lunes, abril 03, 2006

Teoría del contrato social

La relación entre el Estado y los cidadanos del territorio que ocupa ha sido definida durante la historia como contrato social. Dependiendo de cada momento histórico, sus características han cambiado.
El momento con más auge de estas teorías fue con el trinfo de las ideas ilustradas en Europa y EEUU a finales del siglo XVIII. Antes, las teorías absolutistas de filósofos ingleses (primera potencia marítima) y franceses (primera potencia continental), predominaban en el viejo continente bajo la máxima de Locke: "el hombre es un lobo para el hombre". Con la revolución francesa, la teoría del contrato social de Rousseau y la separación de poderes de Montesquieu tomaron protagonismo y derrocaron las viejas ideas. Comenzó una lucha que debía desembocar en el nacimiento de un nuevo tiempo político, social y económico: el Nuevo Régimen.
Esta nueva era en la historia de la humanidad -si me permiten el eurocentrismo- no se consiguió en la revolución francesa. Tres revoluciones burguesas y dos internacionales obreras en el siglo XIX lo confirman. No es hasta la caida del III Reich y de la derrota del fascismo que las ideas liberales de la ilustración se imponen en Europa y EEUU. En los Estados occidentales, dominados por EEUU, se impusieron los ideales burgueses y el liberalismo económico. En los orientales, dominados por la URSS, se impusieron las dieas marxistas. Una guerra fría, la caída del muro de Berlín y la construcción de otro entre Israel y Palestina, un 11-S y dos guerras de Irak después dejan la relación entre el Estado y sus ciudadanos en el mismo punto que hace doscientos años, cuando la primera revolución industrial era un embrión, la segunda impredecible y la tercera ciencia ficción. El llamado cuarto poder, el de los Medios de Comunicación, es tan sólo un nuevo actor en el tablero, un parche social que se ha convertido en una élite más complice de las reglas del juego.
Hoy nos encontramos con un vacío de ideas. Las incertidumbres sobre el futuro del mundo alcanzan niveles propicios para que se produzca un cambio a escala mundial. El pensamiento débil, el neoliberalismo económico y el neodespotismo político son fórmulas refritas y caducas, si bien no tienen alternativa. El viejo contrato social del ya gastado Nuevo Régimen busca descansar junto a sus antecesores, en el panteón de las teorías, donde sin duda, tendrá un sitio de honor. O, al menos, un sitio mas humano.
El nuevo contrato social debe redefinir el concepto en su base. La interacción Sociedad-Estado y el diálogo de sociedades sea la fórmula en un mundo cada vez más globalizado, más informado y con mayor acceso a las fuentes de poder. En este nuevo contrato, un choque de civilizaciones que desembocara en una guerra abierta entre occidente y el Islam no tendrá cabida. En la inminente explosión de alternativas, una alianza de civilizaciones no será una idea disparatada.

domingo, abril 02, 2006

Bill Ratero

El transbordo de Nuevos Ministerios es una encrucijada de caminos y de personas. De la línea 6 a Renfe y a las líneas 8 y 10 hay dos maneras de hacerlo: subiendo las escaleras o por el ascensor. El otro día me disponía a subir en ascensor cuando un hombre que bajaba por las escaleras con mucha rapidez, se me adelanta y se coloca primero a la espera del elevador. Extrañado por su proceder lo miré. Su cara alargada y con una nariz puntiaguda me hizo sonreir. Sus ojos de roedor miraban nervisos en todas direcciones. Mi primera impresión fue pensar que aquel tipo actuaba igual que Mr Bean. Sus gestos, su nerviosismo. El ascensor se abrió y el extraño personaje se hizo a un lado y dejó pasar a unos cuantos antes de entrar él. Después, se apretujó a la señora de delante con la excusa de que entraba más gente en el ascensor y poder colocarse en el mejor sitio de todos: en el medio del ascensor. Volví reirme por dentro, pensando en la manera de actuar de tal personaje cuando de pronto, otra idea comenzó a forjarse en mi cabeza. Bajar por las escaleras y coger el ascensor para subir, dejar pasar a gente y hablar con la señora de delante como queriendo justificar una acción normal en un ascensor y para colocarse justo en el medio. Mr Bean podía resultar un vil ratero. Me metí la mano en el bolsillo más cercano al ladrón potencial que llamaremos Bill Ratero, justo a tiempo que noto que un dedo me palpa en el bolsillo por fuera, tocando mi cartera. Todos mis sentidos se pusieron en alerta al instante. Nunca me han robado y aquella vez no quería que fuera la excepción. Las puertas se abrieron y Bill Ratero se cambió el maletín de mano para dejar la más cercana a mí libre. Pero en un gesto de gran generosidad le cedí el sitió a Bill Ratero. Él, nervioso, dudó, pero le insistí en una maniobra de estrategia impecable conformando mi obra magna. Bill Ratero salió disparado del ascensor y volvió a tomar las escaleras para bajar.
Nuevos Ministerios es una ecrucijada. Como las personas, nunca sabes de que palo van, pero a veces a los ladrones de sueños les pasa como a Bill Ratero.