domingo, febrero 26, 2006

¿Hasta Cuándo?

¿ Hasta cuándo el pueblo español seguirá dividido por conflictos pasados que la mayoría desconoce? ¿Hasta cuándo gritaremos por encima de la razón para imponer nuestra verdad? ¿Hasta cuándo nos creeremos las mentiras que nos cuentan y pensaremos por nosotros mismos?
Estas preguntas vienen a la mente cuando se observan acontecimientos como los del pasado 23 de Febrero en la facultad de Ciencias de la Información. Gritos fascistas contra Santiago Carrillo, el antiguo dirigente del PCE, contra la libertad, la justicia y el derecho de España. Como excusa la de siempre: cinco mil muertos en Paracuellos, ser un asesino, traidor de la patria y desintegrador de España. No se debe uno meter mucho en el tema de la Guerra Civil porque corre el riesgo de salir escaldado así que sólo apuntaré algunos datos. Se habla de cinco mil muertos en una guerra. En los conflictos bélicos lo raro sería lo contrario. Por no hablar de que no fueron los que mataron a los cinco mil los que la iniciaron y supongo que no esperarían que respondieran con rosas a la privación de la libertad que tantos años les había costado conseguir. Porque no nos engañemos. El golpe militar aunque analizarlo daría para decenas de libros, al final se convirtió en un régimen de corte fascista acorde con la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. 55 millones de muertos causaron sus razas árias y su ansia por esclavizar el mundo. Pero no voy a justificar a ningún bando de la guerra civil. Al día suiguiente una manifestación por la libertad se convirtió en un mitín político antifascista contra la facultad de Derecho, como si ahora los muros tuvieran ideas. La culpa de la intolerancia y conflicto de ahora y de la guerra de entonces fue de los dos, pero convendría siempre recordar que cuando se grita para hacer valer una postura se pierde la razón. Con el primer disparo ambos bandos perdieron la guerra. La paz nunca es el silencio de los cementerios.
Por estas razones admiro a personas como Carrillo o Adolfo Suárez. Personas que superaron el partidismo político tan degradado en los últimos años y fueron capaces de construir España desde el reformismo de un régimen trasnochado. Los ciudadanos debemos ver esta aportación más allá de sus opiniones políticas y por la tanto más allá de viejos conflictos que hace tiempo debieron cicatrizar. Como decía el propio Carrillo "si el golpe de Estado del 23 F hubiera triunfado (los fascistas que lo increpaban) ahora estarían aquí escupiendo sobre nuestras sepulturas. Pero España no se va a romper, seguirá consolidándose el régimen democrático mal que les pese a esa minoría". Cada vez son menos. ¿ Hasta cuándo estarán aquí?

lunes, febrero 20, 2006

La supremacia de la creatividad

Las máquinas se han instalado en nuestro tiempo. Uno se levanta y calienta la leche, en el microondas. Se lava los dientes, con el cepillo eléctrico. Sale a la calle y escucha música, en su mp3. El ser humano ha convertido a las máquinas en cómplices silenciosas de su desarrollo. Un ordenador puede utilizar claves lógicas al mismo nivel que la mente humana. Con una ventaja: sólo con un click de ratón se puede acceder a todo la información almacenada. Sin memorias latentes de difícil acceso, la memoria RAM es la más fiable. Incluso algunos predicen una futura era de Inteligencia Artificial, el orden llevado al extremo, la perfección de los datos y de la información. Un mundo que nada habría de envidiar al de los hombres grises de Momo.
Pero hay algo en todo esta historia que no encaja. La vida. Ese mecanismo evolutivo que no cesa de crecer y expandirse. Mitocóndrias, células y bacterias son roganismo autónomos e imprevisibles que nunca se sabe en que se convertiran o cuando será su próxima mutación. La agilidad de un mono, la rapidez de un guepardo o la habilidad de un camaleón. El nacimiento de cada ser vivo es un nuevo camino que se abre al orden establecido, un contratiempo al la rigidez extrema. De entre todos los seres hay uno que se ha desarrollado por encima del resto. El homo sapiens sapiens poseé un arma secreta que desborda todos los planteamientos lógicos de cualquier máquina. La creatividad. El ser humano es capaz de soñar, crear y trazar caminos por donde nada se hubiera atrevido a explorar. Un arma de creación masiva frente a la cual ninguna máquina puede competir.

lunes, febrero 06, 2006

Cataluña es España

Es extraño que ya a estas alturas de la historia, más de quinientos años de inquisición, dos guerral mundiales y una bomba atómica. Después de mil años de represión a los homosexuales en particular y al sexo en general, tras cientos de años de lucha de clases, revoluciones e independencias. A estas alturas de la historia hay personas que justifican la supremacía de una cultura sobre otra y quieren separar cuando el mundo está cada vez más unido. Es el extraño fenómeno de los nacionalismos. Los medios de comunicación y los políticos son los culpables de este renacimiento de los separatismos en el mundo.
Pero no hay que irse tan lejos. En España el caso es aún más curiso. Cataluña y el País Vasco son las dos comunidades autónomas que con más fuerza piden la independencia. Extraño porque ni una ni otra ha sido nación en ningún momento de su historia. El País Vasco era un mosaico de tribus bárbaras sin romanizar, es decir, sin culturizar. Cataluña surgió como un conjunto de condados a veces bajo el dominió francés, a veces bajo el dominio navarro y aragonés, pero siempre al servicio de los nobles. Desde el auge de los nacionalismos en el siglo XIX los intelectuales y los políticos de ambas regiones han reivindicado una cultura inexistente por sí misma y la han elevado hasta la creación de una conciencia nacional y cultural.
El afán de personajes como Carod Rovira de Ezquerra Republicana de Cataluña por conseguir sus objetivos hace pensar sobre la definición que se tiene de nación. Su lucha por un estado independiente y el reconocimiento de su cultura no busca reconocer la de todos los pueblos. Por ejemplo, no admite que el valenciano sea una lengua aunque para ellos sea parte indispensable de su cultura. Su intransigencia es igual que la que muestra Acebes o Rajoy cuando quieren defender que España es una. Grande y libre pensarán. Lo mismo unos de Cataluña que de los otros de España.
El nacionalismo catalán, el vasco y el español se parecen tanto porque son iguales. Vestigios del totalitarismo que aún se niega a desaparecer de nuestro país. El mismo totalitarismo que amenazó con ahogar la revolución obrera de 1936 cuando estalló la guerra civil y que acabó ahogando otro, el que gobernó España durante cuarenta años al mando del general de generales Francisco Franco. La cabezonería es un rasgo del español. Vaya tres nacionalismos cabezones que no quieren negociar el estado federal que España ha tenido hasta los borbones y que Europa entera está pidiendo con su unión.