domingo, junio 14, 2015

El día del cambio



Yo nunca había hablado delante de tanta gente. Habría cerca de mil personas disfrutando de la verbena popular en Las Vistillas para celebrar la llegada de Manuela Carmena a la alcaldía.
-Hay que dar un mensaje, le dije al de seguridad del escenario.
- Tenemos que recoger toda la basura de la plaza para que nadie nos pueda acusar de dejarla sucia. ¿Con quién tengo que hablar?
El de seguridad, que llevaba un chaleco fosforito de los que se usan en el coche, me señaló a su izquierda al dj, un chaval que tendría unos 25 años, con un bigote estilo vintage de los años 60. Eran las 11:50 de la noche y en diez minutos teníamos que apagar la música. Gonzalo y yo habíamos tomado la decisión de pedir por megafonía ayuda a la gente para recoger la plaza como muestra de una nueva forma de hacer las cosas en Madrid. Las instituciones deben de dar ejemplo público constantemente, es uno de los pilares para lograr una sociedad mejor. Le expliqué la situación al dj y a otra chica morena de pelo rizado que había a su lado.
-Tendrás que darlo tú- me dijo la chica.

Y sin darme tiempo de reacción me pasó el micro  y bajo la música…el tiempo comenzó a pasar más lento. Me subí al escenario y se elevó un cántico unánime entre la gente: “Sí se puede, sí se puede”.
-Buenas noches Madrid- me oí con voz firme en todos los rincones de la plaza, delante de cientos de orejas pendientes de mí. Hice una pausa, mientras un clamor unánime me respondía.
-Hoy es el día del cambio…- el clamor aumentó.
-Y como todo cambio…- Me quedé en blanco, no sabía que decir. Pasó un segundo eterno antes de continuar. -…trae una nueva forma de hacer las cosas. Vamos a acabar la fiesta por hoy-.
 El coro de voces grito de nuevo: -¡Nooooooo!-
A mi espalda oí como el dj me decía: -para esto no te he dejado que subieras-. Los segundos pasaban como horas. El de seguridad se acercó a mí y me dijo: -Habla o los pierdes-
Me dejé de parafernalias, tenía que dar el mensaje.
-A las 12 vamos a apagar la música y queremos pediros colaboración para dejar la plaza más limpia de cómo nos la hemos encontrado-.
Los recuperé. La gente empezó a aplaudir y a vitorear.
-Porque eso también es parte de hacer el cambio-. Nuevo clamor. El dj subió la música antes de que pudiera añadir: -En unos minutos acabamos-.

Me bajé del escenario, y le dije al dj: -A las 12 apaga, ni un minuto después, evitemos problemas-.
Crucé toda la plaza hasta la carpa donde estábamos sirviendo bebida y comida.
-Bien hablado, Alberto- me dijo Gonzalo, uno de los que más han trabajado por Ganemos y por la confluencia en Madrid y quien me enroló por primera vez en el proyecto en julio del año pasado en la primera Asamblea de Ganemos en el barrio de Tetuán. Gonzalo y varios más cogimos bolsas de basura y nos distribuimos para recoger. Muchos nos ayudaron. De vez en cuando me cruzaba con personas que no conocía que iban también con bolsas de basura, las sonreía y las animaba. Llenamos los contendores de la plaza y quedo limpia, aunque todavía había mucha gente haciendo botellón. Entre Gonzalo y yo cogimos uno de los cubos de basura y lo arrastramos hasta el medio de la plaza para que todo el mundo lo viera y pudiera echar la basura allí.
Ha comenzado el cambio y hay mucho que limpiar.