domingo, enero 29, 2006

La campaña de la esperanza

La otra campaña promovida por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) sigue adelante pese a las trabas que pone el gobierno a su difusión por México. El último caso de este acoso que sufren los promotores de la otra campaña fue el 21 de enero en Veracruz. El partido del gobierno, el Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de Acción Nacional (PAN) alertaron a las autoridades nacionales de que se había colocado propaganda del viaje que realiza el subcomandante Marcos en motocicleta por México. Fueron detenidas varias personas acusadas de “alterar el orden público”.
Desde el uno de enero, el subcomandante Marcos, a la cabeza del EZLN y de decenas de caravanas de simpatizantes, recorren México para hacerles llegar el mensaje de la Sexta Declaración de La Selva Lacandona. Esta proclama toma su nombre porque fue escrita en junio de 2005 -sexto mes del año- y hace un repaso de cómo ven los zapatistas el mundo en general y México en particular. La intención de la otra campaña es la de expandir la ideología zapatista en su origen indígena al conjunto de los mexicanos. En su discurso del 23 de enero en Campeche, Marcos aseguraba que se encontraban ya ante un movimiento nacional. Su lenguaje claro y sencillo llega a la gente, que esta cansada de tanta “sonrisa y corbata” de sus candidatos a la presidencia de la república. El secreto su viaje lo desvela el mismo Marcos: “No elegimos ir a entrevistarnos con grandes líderes; escogimos venir a hablar con ustedes. A los que nunca se ha tomado en cuenta su voz, su pensamiento”.
El viaje en motocicleta del subcomandante Marcos partió de la ciudad de San Cristóbal de las Casas en el Estado de Chiapas. Allí aludió a la Sexta Declaración y a lo que llamó “la contradeclaración” conocido en el país como pacto de Chapultepec. Este pacto surgió para dar estabilidad al estado de derecho, a la seguridad fiscal y jurídica y para fomentar el crecimiento económico. Los principales partidos políticos, asociaciones sindicales y empresarios entre otros ya han firmado su adhesión a este pacto. Sin embargo, para el EZLN y los que promueven la otra campaña, el objetivo de este pacto es que la oligarquía mexicana continúe controlando el rumbo del país como respuesta a las crecientes movilizaciones de las masas para frenar la política neoliberal y como respuesta a la Sexta Declaración.
Hoy, 24 días después del comienzo de su viaje, el futuro de la otra campaña está en manos de los mexicanos. No se trata de elegir entre EZLN o el resto de los partidos políticos. Se trata de hacer llegar el mensaje de que otro México es posible porque es necesario. Es hora de que algunas personas se sienten a escuchar por primera vez la voz del pueblo tantos años silenciada. Este es el verdadero objetivo del viaje de Marcos. Como dijo él mismo al comienzo de su viaje: “Ahora hay esperanza y dignidad para seguir luchando con rebeldía”

domingo, enero 22, 2006

Ahumados


La ley antitabaco entró en vigor el 1 de enero de 2006. Decenas de personas dejan cada día sus puestos de trabajo para salir a la calle y poder fumar. Así ocurre en las oficinas, en los centros comerciales y hasta en los campos de fútbol. ¿Y en la universidad? También.
La neblina de humo diaria en la cafetería donde no se veía a nadie a más de dos metros de distancia, ha sido sustituido por un ambiente más o menos limpio donde se sigue sin ver a mucha gente. Pero ahora porque la mayoría de los fumadores ha dejado de ir a la cafetería. Hasta el uno de enero era el lugar de reunión, antes, durante y después de las clases. Coger una mesa era empresa difícil y que tu ropa no oliera a tabaco, imposible. La gente se agolpaba en la puerta dispuesta a no moverse hasta encontrar un sitio o hasta que, de tanto esperar, les llegaba la hora de marcharse. Ahora, los antiguos inquilinos de la cafetería eligen otros destino en los que poder fumar. De hecho, la cafetería pierde con los fumadores a sus más fieles compañeros, los que no la abandonaban por las clases en tantas mañanas lectivas. La mayoría ha optado por irse fuera de la universidad al acabar las clases; un grupo más reducido, cumple de manera rigurosa la ley y sale fuera a fumar para volver a entrar después. Un último grupo, un pequeño reducto de inmovilistas, se niega a aceptar la ley. Se sientan en los pasillos adyacentes a la cafetería y ejercen su derecho natural de hacer lo que les apetece mientras no molesten a nadie.
Los medios de comunicación sacan sus propias conclusiones ante las reacciones de la nueva ley. Para el diario gratuito “20 minutos” los estudiantes “nos fumamos la ley”. Sacan una fotografía de la facultad de Ciencias de la Información en que aparecen ceniza y colillas por el suelo; de fondo la gente se sienta en corros, ninguno de ellos fuma. Los propios implicados de la foto afirmaban que el fotógrafo de este periódico había juntado toda la basura del suelo antes de hacer la foto. El periodismo busca sacar conclusiones ante los hechos, no tener una hipótesis y manipular la realidad para obtener pruebas. Todo esto porque la sociedad debe suponer que las leyes son como mandamientos que son impuestos sin que medie su opinión. Pero además, no está permitido rebelarse contra lo que uno cree injusto si es ley. Un hombre fue detenido en Navarra por no querer apagar un cigarro en una zona de no fumadores. Tuvo que pagar una multa de 250 euros. Cabe plantearse la utilidad del peso de la ley ante los problemas de la sociedad. Si la represión y las prohibiciones sustituyen a la educación crearemos una sociedad con miedo, sin respeto por nada que no acarree una sanción. Una sociedad oprimida por su propia elección en las urnas.