jueves, septiembre 27, 2007

Felicidades, campeón

Era un 18 de julio de 1937, un año exacto después del golpe de Estado. Más de media España estaba ya en manos de Franco. Pero en la otra media, sitiada, la gente trataba de seguir adelante. Había hambre y bombardeos, pero también teatro, bailes y hasta fútbol.
La noticia en otros webs

Ocho equipos jugaron la Liga del Mediterráneo -ganó el Barça-, y cuatro la liguilla de la Copa de la España Libre, o de la República, heredera de la Copa del Rey Alfonso XIII. El Barça se fue a México y EE UU a ganar dinero para la República, y eso permitió entrar en la copa al Levante, el quinto en la Liga. Y ese 18 de julio de 1937, mientras Franco celebraba el aniversario del alzamiento, Levante y Valencia jugaron la final de la Copa Republicana en Barcelona. El pequeño ganó al grande (1-0, gol de Nieto) y el Levante se alzó con la copa, el único título de su historia.
Los jugadores ganaron el partido, pero perdieron la guerra. Algunos de ellos lucharon en las filas republicanas. El otro bando también organizó su propia copa, en 1939, dejando fuera a los equipos mediterráneos, aún en manos republicanas. Ganó el Sevilla. El franquismo quiso borrar el recuerdo de la Copa Republicana, como anuló la moneda o los matrimonios. No se ha encontrado ni siquiera el acta. Sólo quedan las crónicas en los periódicos de la época. Este club modesto, fundado en 1909, sólo ha estado cinco años en Primera, y su gran éxito no figura en ninguna estadística oficial. La federación española sólo reconoce la copa franquista, la del Sevilla en 1939.

Más en la contraportada de El País

jueves, septiembre 13, 2007

Las películas del PP

"La Herencia". Así, como si de una película de Francis Ford Coppola se tratase, andan los líderes del PP recordándonos en todo momento poco menos que, sin ellos, nada existiría. Antes del PP sólo reinaban las tinieblas, y entonces apareció Él, y dijo: "Hágase la Economía", y, con ella, España se pobló de subsidios de desempleo, jubilaciones suculentas, sueldos astronómicos, beneficios empresariales, pleno empleo, precios razonables, productos asequibles e hipotecas de risa, y vio que era bueno, y fuimos felices y comimos perdices. Por eso, fracasados todos los frentes abiertos por el PP en esta legislatura, y agotados sus deletéreos argumentos -señales inequívocas de que las películas del PP sólo agradan a sus más acérrimos secuaces-, han optado por explotar al máximo "La Herencia".

Pues, así las cosas, sería interesante que alguien recomendase al actual protagonista de la serie -a quien, por cierto, cada día se le ve más alicaído, hastiado y cariacontecido-, que se preocupase menos por vender "La Herencia" y se centrase más en promocionar "La Sucesión", título que, teniendo en cuenta el siniestro elenco de personajes que lo acompañan, quedaría de perlas para una película de don Alfred Hitchcock.

Gonzalo Abadías Raluy, Selgua (Huesca) Carta a El País

Hasta pronto, Josu Jon

miércoles, septiembre 05, 2007

Dormir en la calle

Enfrente de mi casa hay un banco solitario. Algunas noches, un hombre que aparenta muchos más años de los que tiene se tumba allí a dormir. En una mano agarra una botella de cerveza, en la otra lleva su corazón que se lo arrancó hace mucho tiempo del pecho para no tener que sentir. Sus ojos transmiten soledad, tristeza y anhelo de una mano que le saque de ese mundo de tinieblas del que no receurda como entró y del que no sabe salir.

Nadie debería dormir en la calle.