He visto las estrellas reflejadas en las pupilas de la luna,
he visto a la luna sonriendo sobre el espejo del mar.
He nadado mil naciones en busca de la oscura
forma de tu cabello ondulando olas de sal.
He soñado miles de paces entre las piernas,
sin tiempo para encontrar la bomba de mi corazón.
He mirado al mundo con mi alma tierna
y sus ojos me han traspado, cruel dolor.
He viajado miles de sueños en un sueño:
encontrar la razón de una vida.
Llorar más las derrotas en el tormentoso cielo,
reir más las efímeras victorias que nos ofrece el día.
Porque ya no amaremos las mismas prioridades que nos asombraron con su deslumbramiento.
Pero siempre tendrán un sitio en el espejo del alma,
en la mente,
en el carma,
en el corazón.
* A mis abuelos quienes, desde la inmortalidad, me protegen siempre
1 comentario:
Si.
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