lunes, marzo 19, 2007

Una noche en Varadero

Ingredientes: tres margaritas, dos vozkas con zumo de naranja y un ron punch. Un baño nocturno y oscuro en el mar en calzonzillos, una ola de calor y alegría.

Efectos: sentimiento de invulnerabilidad, andar sobre las aguas y jugar a ser inmortales tan sólo un instante. Los gritos serán como un halo de vida en el desierto, el llanto se escuchará alto en la noche, para quien quiera escucharlo.

No podemos ver el amanecer, no llegaremos a tiempo. De la piscina al colchón. Duerme, la felicidad es un instante pasajero. El secreto está en juntar instantes felices. La eternidad no existe pero nada muere, todo se transforma. Nunca más será 15 de marzo de 2007. Ahí radica el misterio. Hasta mañana

1 comentario:

Anónimo dijo...

Recuero esa noche como una de las mejores de varadero, donde el alcohol y nuestra locura veinteañera nos llevó a adentrarnos en el atlántico cubano sin importarnos la hora, el frío y las famosas varquitas portuguesas!!!! ya nadie nos puede robar esos momentos, cuando las olas y el viento nos rozaban el cuerpo y cómo gritando, riendo y corriendo por la playa nos sentiamos un poco más libres!!
un beso
laura alv