lunes, febrero 20, 2006

La supremacia de la creatividad

Las máquinas se han instalado en nuestro tiempo. Uno se levanta y calienta la leche, en el microondas. Se lava los dientes, con el cepillo eléctrico. Sale a la calle y escucha música, en su mp3. El ser humano ha convertido a las máquinas en cómplices silenciosas de su desarrollo. Un ordenador puede utilizar claves lógicas al mismo nivel que la mente humana. Con una ventaja: sólo con un click de ratón se puede acceder a todo la información almacenada. Sin memorias latentes de difícil acceso, la memoria RAM es la más fiable. Incluso algunos predicen una futura era de Inteligencia Artificial, el orden llevado al extremo, la perfección de los datos y de la información. Un mundo que nada habría de envidiar al de los hombres grises de Momo.
Pero hay algo en todo esta historia que no encaja. La vida. Ese mecanismo evolutivo que no cesa de crecer y expandirse. Mitocóndrias, células y bacterias son roganismo autónomos e imprevisibles que nunca se sabe en que se convertiran o cuando será su próxima mutación. La agilidad de un mono, la rapidez de un guepardo o la habilidad de un camaleón. El nacimiento de cada ser vivo es un nuevo camino que se abre al orden establecido, un contratiempo al la rigidez extrema. De entre todos los seres hay uno que se ha desarrollado por encima del resto. El homo sapiens sapiens poseé un arma secreta que desborda todos los planteamientos lógicos de cualquier máquina. La creatividad. El ser humano es capaz de soñar, crear y trazar caminos por donde nada se hubiera atrevido a explorar. Un arma de creación masiva frente a la cual ninguna máquina puede competir.

1 comentario:

PALOMA dijo...

Desde el día en que al mundo llegamos, nos deslumbra el brillo del sol...

...En un ciclo sin fin, rrriii!!