lunes, noviembre 21, 2005

Raitán II: Educación a la carta

La manifestación contra la nueva ley de educación (LOE) reunió a miles de personas en Madrid el viernes. El partido popular y algunas de las más importantes asociaciones católicas estuvieron presentes. Este hecho, además de situar a la Iglesia en una posición delicada, hace preguntarse hasta cuándo los gobiernos seguirán utilizando la educación con fines partidistas.
La educación en España arrastra desde la ley de 1970 una serie de reformas educativas que han seguido los intereses del partido que estuviera en el poder en busca de frenar el fracaso escolar. El PP en su segundo mandato con mayoría absoluta, trató de imponer una ley que sólo ellos apoyaban y los ciudadanos se echaron a la calle. Manifestaciones encabezadas por el principal partido de la oposición entonces, el Partido Socialista. Consignas contra el gobierno y banderas republicanas. Tras las elecciones de 2004 y la victoria del PSOE, la propuesta de reforma educativa quedó paralizada a la espera de el nuevo gobierno elaborara otro proyecto. Ahora los ciudadanos vuelven a salir a la calle y es el PP y la Iglesia Católica quienes encabezan manifestaciones. Los primeros por su oportunismo político y su afán por desgastar al gobierno aunque hagan lo que tanto criticaron cuando estaban en el gobierno. Los segundos porque temen que les recorten los 3000 millones de euros que reciben del Estado cada año, un 4% más que cuando gobernaba el PP. En la calle, consignas contra el gobierno y banderas de España con el escudo imperial.
Por tanto, es necesario un pacto de estado en materia de educación que termine con los intereses de cada partido. Tan importante como las pensiones o el terrorismo es la formación de las nuevas generaciones que de momento tienen el mayor fracaso escolar de toda Europa según datos oficiales. Un gran pacto entre los principales partidos resolvería esta educación a la carta que sufrimos desde hace tantos años y de paso mejorar la baja formación que hay en España.
El Partido Popular dice que la ley vulnera el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, Izquierda Unida que no se puede imponer la religión y el gobierno que su ley deja libertad para elegir. Zapatero ofrece una mano vacía para el diálogo y Rajoy está abierto sólo a las voces que se imponen desde la calle. La posición del ejecutivo continúa con el desgaste del gobierno Zapatero, los sondeos lo sitúan ya por debajo del PP en intención de voto. Pero el principal partido de la oposición corre el peligro de encasillarse en votantes radicales situados muy a la derecha de la política española y de, en caso de fallar su estrategia, arrastrar consigo los restos de una Iglesia que día a día pierde fieles en los templos y dinero desde la casilla del IRPF.Mientras los partidos políticos usen la educación como arma electoral y para sus propios fines y los ciudadanos sigan callados, cómplices de las decisiones del partido de turno, seguiremos en la cola de Europa en educación.

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