martes, febrero 13, 2007

La gran final

Hoy es la gran final
Me levanto a las 10 de la mañana, me ducho, desayuno para amanecer al nuevo día en las mesitas de la segunda planta, el lugar de concentración. Llevaba los apuntes de producción.
Me pongo a repasar sin entusiasmo. Pásalo bien en Palma y tú que tengas suerte. Pronto te veo. No consigo concentrarme para fijar los contenidos con laca proexamínica y un buen soldador de puntos comunes para darle una estructura consistente. Tarea esencial pero del infierno antes de un acontecimiento tan importante.
Voy a comer con mi pequeña, ahí están los raitanitos (los de 4º), su final es mañana, que tengan suerte y se tomen unas birras de mi parte. Las empanadillas están buenas, el crepe de jamón y queso parece una croqueta gigante pero las natillas de chocolate están buenas. Subo de nuevo a la segunda planta. Allí me reúno con el capitán Nadal y el mister Tony para ultimar los detalles del juego. Van a caer las audiencias, o la financiación, o etapas del ciberperiodismo. Las apuntamos en una hoja y así las repasamos.
Las 4 menos cuarto, allí está el Maligno, no confundir con Pepiño Blanco, su rapado capilar ha sido sustituido por una capa negra en la parte de atrás de su cabeza como musgo en una roca del campo. Bromas y juegos nerviosos de esos malos antes de la prueba. Quedan cinco minutos, salgo a calentar, tres folios, una pregunta. La publicidad en el modelo de negocio del ciberperiodismo. Comienza el partido.
A la hora de juego la gente empieza pedir más papel y los primeros se levantan y se van. Levanto la cabeza para descansar, la clase, antes repleta está ahora a media entrada. El Maligno escucha a la Banda Sonora del Señor de los Anillos (sin duda alguna) en su mp3. ¿Hay límite de papel? le pregunto. Se quita un auricular y me asevera malginamente que no. Cojo un cuarto folio para seguir escribiendo, en 20 minutos todo habrá terminado, me recuesto en el respaldo de la silla, saboreando el momento. Aún me queda la generación de los blogs. ADWORDS y ADSENSE, sutil diferencia entre programa y aplicación.
Id entregando el examen, quedan tres personas en clase. Me levanto, firmo el examen y lo dedico como siempre, unos jóvenes infantes de marina que me hicieron soñar una noche eterna en Cartagena me lo agradecerán. Bueno....un placer, le digo al sonriente David Parra, aleas el Maligno, para mí también, le doy mis hojas y mientras salgo por la puerta creo escuchar dos pitidos de silbato.
El árbitro pitaba el ecuador de la carrera

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te regodeas en mi crisis existencial!!! ;)
No, será que el tiempo pasa aunque yo no quiera...
Afortunado tú que ya puedes dormir, en todo caso.
A mí me pitan mañana. Aunque siempre me quedará el consuelo de que en mi otra facultad no voy a acabar nunca.

¡Disfruta tus merecidas pequeñas vacaciones!

Anónimo dijo...

:-) me gustan las cosas que se te ocurren en el metro.
Por lo que veo tuviste suerte, porque 4 folios... :P
"Pronto te veo", realmente deseo verte pronto...